Las ciencias sociales, dentro de las cuales están las ciencias de la comunicación, buscan incansablemente el rigor de la ciencias, para lograr conocimientos válidos y confiables para guiar la actuación profesional, por lo que no caben en su base teórica conocimientos arbitrariamente impuestos ni infundados, por lo que la labor de los investigadores debe seguir el camino que la ciencia a señalado para alcanzarlos. Debe especificarse la metodología utilizada para recopilar datos, interpretarse y elaborar conclusiones que legítimamente respondan a los datos obtenidos. Parece un trabajo sencillo, pero en realidad es una labor ardua, muchas veces con abundantes complicaciones, pero el compromiso de los investigadores debe superar todas las pruebas y ser socialmente responsable.